Cuentito
“En la espuma del mar hay unas estancias, donde puedes sentarte en bancos de agua y observar los peces a través de las paredes verdes del mar. No hay puertas en estas habitaciones y sólo puedes entrar rompiendo las olas.
Si te sientas en la orilla del mar y miras muy fijamente las olas, puedes ver estas estancias esmeraldas, llenas de luz y paz; claro que, para verlas, es importante ser pequeño y tener tres años; porque cuando creces, las olas te dan por las rodillas y no alcanzas a ver nada más que la blanca espuma enroscándose en la arena, en dulce vaivén. Y para encontrar esas estancias mágicas, has de volver la mirada al cielo nocturno y encontrarlas en el océano del firmamento, dónde todo es inmenso y, nunca, nunca, por mucho que crezcas, te queda pequeño”.
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